miércoles, 13 de noviembre de 2013

En la playa


Ayer mientras viajaba en el 24, soñaba despierta que estaba   parada mirando el mar desde la entrada trasera de una hermosa casa. 
Todo empezó porque las ventanas estaban abiertas y el viento me acariciaba la piel. Así, sin más, ese viento cálido y amable me trasladó a orillas de un mar brillante de Sol.
La sensación fue tan nítido y palpable que se me dibujó una sonrisa.

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